La producción de hidrógeno por electrólisis alcalina del agua tiene varias ventajas, entre ellas:

Alta eficiencia: la electrólisis alcalina tiene una alta eficiencia para convertir la energía eléctrica en gas hidrógeno. La eficiencia puede llegar al 80 %, lo que significa que el 80 % de la entrada de energía eléctrica se puede convertir en gas hidrógeno.

Fuente de energía renovable: la electrólisis alcalina puede funcionar con fuentes de energía renovables, como la eólica y la solar, lo que la convierte en una forma limpia y sostenible de producir hidrógeno.

Escalabilidad: la electrólisis alcalina se puede ampliar o reducir según el tamaño de la instalación de producción de hidrógeno necesaria. Esto lo hace adecuado para una amplia gama de aplicaciones, desde la producción de hidrógeno a pequeña escala para pilas de combustible hasta la producción industrial de hidrógeno a gran escala.

Bajos costos operativos: la electrólisis alcalina es relativamente económica de operar, ya que no requiere catalizadores costosos ni altas temperaturas para funcionar. Esto lo convierte en una opción atractiva para la producción de hidrógeno, especialmente en áreas con bajos costos de electricidad.

Hidrógeno de alta pureza: la electrólisis alcalina produce gas de hidrógeno de alta pureza, que es adecuado para una amplia gama de aplicaciones, incluidas las pilas de combustible y la producción química.

Segura y respetuosa con el medio ambiente: la electrólisis alcalina no produce emisiones de gases de efecto invernadero ni otros contaminantes nocivos, lo que la convierte en una forma segura y respetuosa con el medio ambiente de producir hidrógeno.